Investigaciones recientes confirman que hay verduras congeladas que superan a las frescas en valor nutricional, un hecho que podría sorprender a más de uno. Por norma general, los productos frescos son más sanos y sabrosos que los que han sufrido algún tipo de manipulación. No obstante, en muchas ocasiones no es posible consumirlos recientemente, y hasta que llegan a nosotros pueden perder la mayoría de sus nutrientes. De ahí que el hecho de congelarlos no sea una mala opción, dado que de esta forma muchos alimentos conservan casi intactas sus propiedades.
Las verduras congeladas son buenas para la salud
Los estudios indican que apenas existe diferencia entre las verduras congeladas y las frescas, llegando a superar en ocasiones las primeras a las segundas en aporte a nivel nutritivo, como en el caso del brócoli. Mientras que los guisantes, por ejemplo, es mejor consumirlos frescos. Y es que “los productos destinados a la congelación son seleccionados y procesados en sus mejores condiciones: en su justo momento de recolección, en el que apenas han perdido su valor nutritivo”, según explica la doctora y nutricionista Caridad Gimeno.
Las verduras en el proceso de congelación preservan su calidad por completo, alargando con ello su vida y conservando sus propiedades nutritivas.